Hoy en día, los negocios digitales son uno de los sectores con mayor crecimiento de todo el mercado corporativo global, gracias a la democratización de internet y a la enorme accesibilidad que ofrece este medio de comunicación y ventas. Cada día, nacen en el mundo miles de nuevas empresas online que necesitan de ciertas características y soportes técnicos para llevar a cabo su trabajo diario de forma eficiente.
Uno de los aspectos que mayor influencia tienen en el buen desarrollo de un negocio digital es, sin ninguna duda, el hospedaje o hosting web, un servicio sin el que ninguna página web podría funcionar en internet. En términos generales, el hosting asegura el correcto funcionamiento de una web, trabajando aspectos como la seguridad o la velocidad de carga para asegurar la operatividad de la página de cara a los usuarios que la visiten.
Por todo esto, en este post hemos querido tratar este asunto del hosting acercando el máximo de información posible acerca de qué es, cómo funciona o en qué nos beneficia, sin olvidar también nuestra recomendación acerca de cuáles son los mejores proveedores de hospedaje en México.
¿Qué es un hosting web?
Un hosting, básicamente, es el lugar donde se almacenan aquellos datos que definen los aspectos técnicos de una página web. Se trata de un emplazamiento físico que forma parte de un servidor en el que se puede comprar todo o una parte del espacio para alojar cualquier tipo de web.
Gracias a la configuración del hosting, la página funcionará de manera correcta y podrá ser utilizada, con todas sus funcionalidades, por cualquier usuario con acceso a internet. Además de funcionar como el alojamiento físico de la web, el hosting también aporta una serie de características técnicas que permiten optimizar los recursos de los que dispone la web, definiendo otros puntos como puede ser la carga de imágenes, la seguridad o la transferencia de archivos.
Ventajas para tu web al contratar un buen hosting
Al contratar un buen hosting para hospedar una página web nos estaremos beneficiando de una serie de ventajas sin las que nuestro proyecto no funcionaría. La capacidad de almacenamiento de archivos, la fluidez en la transferencia de datos y archivos, así como la seguridad de la página web son solo algunos de los aspectos que mejoran sus parámetros tras la contratación de un buen servicio de hosting.
Además, contar con un buen hospedaje también influye a la hora de posicionar la web en buscadores como Google, ya que su algoritmo prioridad aquellas páginas que incluyan mejoras técnicas como un certificado de seguridad SSL, el cifrado de contraseñas o la protección anti ataques DDoS.
Por otra parte, gracias a tener un hosting de buena calidad también nos beneficiaremos de contar con todo lo necesario para gestionar las cuestiones relativas al dominio o a las cuentas de correo, así como copias de seguridad remotas de nuestra web, que nos ayudarán a recuperarla en caso de que haya una caída del servidor.
Por último, la parte más importante que hay que tener en cuenta a la hora de contratar un buen hosting es que su equipo de soporte técnico sea rápido y profesional a la hora de brindar ayuda especializada ante algún problema o duda que nos pueda surgir.
Tipos de hosting que se pueden contratar
Además de todas las ventajas que tiene utilizar un buen proveedor de hosting web, también hay que tener en cuenta que existen muchísimos tipos diferentes de hosting que se pueden contratar, siempre en función de las necesidades técnicas que tenga cada web.
A pesar de que podría haber prácticamente un tipo de hosting para cada página web, existen ciertos tipos que son los más comunes y utilizados, dependiendo sobre todo del volumen de visitas o de la cantidad de funciones que tenga la web.
El hosting compartido es, probablemente, el tipo de hosting más utilizado del mercado. Por lo general, supone la opción más económica, ideal para proyectos que aún estén empezando o para webs muy sencillas. Aquí se comparte el espacio de almacenamiento, por lo que también cuenta con algunas limitaciones.
El servidor dedicado es otro tipo de hospedaje para webs en la que el servidor es propiedad únicamente de un cliente, por lo que se le asigna un servidor físico, que utilizará todos sus recursos para proveer a la web. Es una opción perfecta para grandes proyectos, como tiendas online con catálogos amplios, o para redes de webs, en las que una sola persona cuente con varios proyectos online a su nombre.
Para terminar, en los últimos años también han conseguido una buena reputación los Cloud Hosting, hostings que se ofrecen directamente desde la nube y en los que se utilizan varios servidores de manera simultánea. Esto aporta mayor estabilidad, ya que es más difícil la caída de la web y equilibra la carga de archivos para una mayor velocidad en la propia página.