En la era de internet, conocer y dominar conceptos fundamentales de este sector es una obligación. El hosting es uno de esos elementos sin el cual la vida online sería poco menos que imposible. En pocas palabras, se trata de un servicio que asegura el funcionamiento de una página web; cuanto más específico en sus opciones, más adaptado a un tipo de web, mejor imagen y seguridad proyectará el site.
El hosting es el lugar que servirá para almacenar los datos de una web. Se trata de un espacio físico que se alquila en un servidor para que se pueda guardar la información de una página web, permitiendo que los usuarios de internet accedan a ella.
El mercado ofrece un sinfín de proveedores, pero para elegir el más apropiado, hay que conocer las características y necesidades de la propia web. De este modo, se podrá acertar, entre todas las posibilidades existentes, con la elección del hosting que más y mejor optimice los recursos con un buen precio.
Características de un hosting
En resumidas cuentas, un hosting funciona de la misma forma que una memoria USB, es decir, se guardan los documentos y se mantiene a salvo la información. Llegado el momento de usar estos datos, se conectan a un ordenador y se abren las carpetas que se quieran. El funcionamiento es básicamente el mismo, en el que cualquier usuario de internet es el que accede a estos datos cuando busca una información relacionada en el entorno online.
Existen diferentes tipos de proveedores, desde los más completos, populares y demandados, como el Hosting de IONOS, hasta otros más ajustados para webs con pocas exigencias. En cualquier caso, las características mínimas que debe poseer cualquier hosting son las siguientes.
1. Capacidad de almacenamiento
Especialmente importante si la página va a requerir espacio para un número abundante de archivos y estos, además, van a ser de gran tamaño. En este sentido, es interesante prever y calcular no solo lo que se necesita guardar en el momento de contratar este servicio, sino en el medio y en el largo plazo en función de lo que se cree que se va a crecer.
2. Fluidez en la transferencia de datos
También habrá que hacer una estimación en relación al volumen de la información que va a generar el site, según las visitas y sus interacciones. Una transferencia de datos limitada será un error que hay que evitar si la web va a trabajar con un gran volumen de tráfico.
3. El certificado de seguridad SSL
Es fundamental a día de hoy que el site posea el certificado SSL (Secure Sockets Layer), puesto que Google lo tiene muy en cuenta, así como en la mayoría de otros navegadores que no permiten acceder a estos sites si no está cifrados con este protocolo.
4. La seguridad general
También hay que tener presente la protección de directorios con contraseña, protección anti DDoS, bloqueo de IP, cortafuegos, logs de acceso, etc., es decir, de todo el conjunto de elementos que requieren seguridad.
5. Dominio y web mail
No han de faltar añadidos que oferte el hosting, como es el dominio y una dirección de correo personalizada para la web (webmail). De este modo, se agilizará y facilitará el control al tenerlo todo centralizado. Además, un mail con el nombre de la web da muy buena imagen.
6. El hardware del servidor
Los datos de la CPU, la memoria RAM o el límite de procesos entrantes deberían contemplarse antes de elegir un servidor de hosting. Este tipo de información proporcionará más velocidad a la web y esto permitirá que consiga posicionarse mejor en los listados que ofrece Google a sus usuarios. Por este motivo, hay que asegurarse que los archivos se alojen en un disco duro SSD.
7. Las copias de seguridad remota y frecuente
Las copias de seguridad deben poder realizarse a distancia y con cierta frecuencia. Lo más aconsejable es elegir un servidor que ofrezca varias copias automáticas al día frente a otro que ofrezca una a la semana.
8. El soporte
Es fundamental recibir ayuda técnica especializada ante alguna duda o posible fallo. Es habitual que aparezcan preguntas sobre la configuración o que, en un momento determinado, la web de error. Contar con un soporte adecuado libera de una carga que no se puede manejar sin ayuda.
Tipos de hosting
Por último, aunque de forma general cabe distinguir entre los servidores gratuitos y de pago, habría que profundizar un poco más, señalando que el mercado permite elegir entre distintos tipos de hosting, especializados cada uno de ellos en cubrir un tipo de necesidad. Estos son los seis más habituales.
El compartido
Con este tipo de servidor la capacidad y el espacio de almacenamiento, así como sus características, se comparten por varios usuarios. Es el más económico y el más recomendado para webs sencillas.
El dedicado
Al contrario que el compartido, este servidor estará plenamente a disposición de un solo cliente. Se asignará un servidor físico con todos sus recursos.
El VPS
El Servidor Privado Virtual, aunque es compartido, es capaz de ofrecer servicios exclusivos. La contratación no se realiza sobre un servidor físico, sino uno virtual alojado en ese mismo equipo.
El cloud hosting
El hosting en la nube se refiere a un tipo de alojamiento que utiliza varios servidores al mismo tiempo, con lo que se equilibra la carga y hace más difícil su caída, entre otras ventajas. Se trata de una red donde un gran número de computadoras están interconectadas.
El hosting reseller
En este caso, el plan de alojamiento dentro del servidor podrá revenderse a otros, creando subdominios y agregando dominios externos. De este modo, se posibilita la creación de subplanes o planes de alojamiento en la propia cuenta.
El hosting WordPress
A tenor del enorme éxito como CMS que tiene esta plataforma, se ha diseñado un hosting exclusivo, configurado para que la web creada en WordPress obtenga el máximo rendimiento y seguridad posible.